Un santuario es un lugar que alberga flora, fauna, paisajes o eventos naturales excepcionales que lo hacen ÚNICO, y debe ser protegido y respetado por su fragilidad e importancia para la naturaleza y la sociedad. En el caso de la mariposa Monarca, se consideran santuarios las áreas de bosque en donde pasan la hibernación. Estos sitios les proporcionan protección de eventos climáticos extremos y la tranquilidad que requieren para ahorrar las grasas que les servirán de combustible en el viaje de regreso. Cada vez que las mariposas son perturbadas y vuelan están utilizando energía que necesitan para poder hacer el vuelo de regreso.
La Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca se localiza al oriente del estado de Michoacán en los límites con el poniente del estado de México; abarca los municipios de Temascalcingo, San Felipe del Progreso, Donato Guerra y Villa de Allende en el estado de México, y Contepec, Senguío, Angangueo, Ocampo, Zitácuaro, y Aporo en el estado de Michoacán.
Cada año, entre los meses de noviembre y marzo, millones de mariposas monarcas llegan, provenientes de Estados Unidos y Canadá, a los bosques del Altiplano mexicano, en Michoacán y el Estado de México, para hibernar y reproducirse. Formar parte de este espectáculo natural es una experiencia increíble, así que si tienen la oportunidad de visitar algunos de los santuarios que se ubica en la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca.
Los días soleados son los mejores para ver a las mariposas monarcas, ya que el sol es una de sus principales fuentes de energía, por lo que con éste y el calor, las pueden ver volar en mayores cantidades. A pesar de que la temporada va de noviembre a marzo, febrero es quizá el mejor mes para verlas, ya que es cuando empieza a hacer más sol y calor. Lleven zapatos cómodos, como tenis o botas de trekking, van a caminar mucho.
Tomen en cuenta que lo meses de noviembre a marzo el clima es frío, sobretodo en el invierno; así que lleven ropa abrigadora. Revisen el estado del tiempo, por si deben cargar con un impermeable; Hagan caso de los señalamientos e indicaciones de los santuarios, durante toda su estancia en el santuario estén en silencio, a pesar de que las mariposas son sordas, las vibraciones emitidas por el sonido las estresa. No toquen las mariposas, ni mucho menos las agarren.
Si les toman fotos, no lo hagan con flash.
Es posible que se encuentren algunas mariposas muertas en el camino (es normal, es parte de su ciclo); respétenlas y no las agarren, forman parte del ciclo de la vida y sirven como guía para las futuras generaciones que llegarán al bosque.
El Rosario es el santuario más popular entre los viajeros y pueden llegar desde la Ciudad de México o Morelia, donde encontrarán varios tours con explicaciones, guía y transporte que los llevarán a conocer este fenómeno natural.